La ruta de camino a casa (PRIVADO)

Después de cerrar el trato con Ishee, Ninive decidió que ya era suficiente su estancia ahí. Había vivido las suficientes emociones para sentirse satisfecha y había visto lo que tenia que haber visto, cansada pero feliz, fue a parar hasta Esomera, para salir por la noche. Era la ruta más rápida para llegar a Tara, pero primero pasaría por Mag Mell. La hechicera recordó su incursión en aquella pequeña ciudad de artesanos para hablar con uno de sus maestros y como no había obtenido resultados satisfactorios.

A pesar de la eficacia de los medios de transporte de Vatralon y lo rápido que le había hecho llegar hasta aquel punto, el viaje que le esperaba a la militar no iba a ser tan cómodo como el anterior. Ya una vez en Mag Mell, decidió pedir una habitación en el hotel/hostal/pensión más cara, sabia que la que mas costase sin embargo no seria la más lujosa, Mag Mell era un lugar de artesanos, de gente sencilla, apenas había señorío por esos lares. Pronto caería la tarde, por eso era mejor quedarse ya y terminar el viaje por la mañana, bien temprano.

Como había previsto, el hostal no era la gran cosa, pero había un baño y una cama y eso para ella era más que suficiente. A pesar de pertenecer a una familia adinerada, Ninive había aprendido a ser practica y no encenagarse en el lujo y la incomodidad. Es más, a pesar de ir siempre maquillada, era una mera técnica de intimidación, por eso siempre utilizaba colores fríos, para reforzar su imagen de mujer pétrea.

Pero a pesar de todo, aun era temprano para irse a dormir y ella no tenia sueño...tal vez podría darse el gusto de hacer un pequeño tour en el mercadillo artesanal. Dicho y hecho, lo primero que hizo fue darse una ducha y cambiarse de ropa, se enfundo en un vestido de gasa blanco de manga larga al igual que la falda y se hizo un moño, retirándose el flequillo hacia atrás.

A pesar de que ya era algo tarde, los artesanos aun tenían desplegadas sus tiendas improvisadas por las calles, utilizando sus mejores encantos para engatusar a clientes. Colores, olores y sonidos se mezclaban con el cielo ya oscurecido, creando un hermoso espectáculo.

Un pequeño puesto con la mas variada orfebrería, las piezas eran especialmente bonitas, incluso había algunas de las que Ninive no pudo descifrar de que material estaba hecho. La mujer levanto la mirada para preguntar, pero al ver a un muchacho joven y rubio, se guardo la pregunta, ahora otra cosa más interesante le abordaba....

-Tu eres de Imberlia...¿cierto?-pregunto esta alzando la ceja. Hace tiempo que no se había cruzado con alguien de su país natal.

Maren había llegado por la mañana a Mag Mell tras un viaje no muy largo pero movidito, el conductor de su diligencia era novato y le había llevado por un camino lleno de pequeñas piedas que hicieron que el carro de la diligencia diera saltitos mientras avanzaba. Maren no había podido dormir, así que se sentía un poco irritado. Le hubiera encantado quedarse durmiendo en la posada pero tenía que llevar a cabo sus recados: obtener algunas piezas para su taller de orfebrería.

Era la tercera vez en su vida que había ido a Mag Mell y la verdad es que no se sentía muy agusto en aquella ciudad, tal vez fuera por sus habitantes los magos. Pese a que humanos y magos no se llevaran mal, él sentía cierto respeto, "Mas me vale no provocarlos, no quiero que me conviertan en sapo." había pensado mas de una vez. Tal vez los cuentos que le contaba su madre de pequeño sobre brujas y principes le habían creado una especie trauma.
Encontrar buenos materiales y piezas en aquella ciudad no le fue muy complicado. Visitó cada tienda de artesanía que se encontraba en las calles de Mag Mell observando cada pieza artesana como si fuese una obra de arte de un museo, aprendiendo algunas técnicas nuevas de otros artesanos y comprando hermosas gemas y materiales poco comunes en Imberlia.

Una vez finalizadas sus compras volvió a la posada, comió y decidió dormir la tarde. La diligencia hacia Imberlia saldría a la madrugada y si el camino iba a seguir siendo tan pedregoso sería mejor que descansara ahora. Tras haber dormido unas cuatro horas Maren se despertó y recordó que en Mag Mell se hacían mercadillos de artesanias al atardecer y duraban parte de la noche. "No pierdo nada si pongo un pequeño puesto improvisado para mostrar mis artesanias" pensó. Decidido, se arregló y peinó ante el espejo. "Tal vez no solo atraiga a clientes.", y sonrió de forma pícara. Tomó sus cosas y se dirigió hacia el recinto donde se montaba el mercadillo.

Situó su puesto y colocó a la vista sus piezas de orfebrería más llamativas. No eran cosas grandes, mas bien eran anillos, colgantes y algunos adornos para el pelo; la mayoría de ellos hechos con bellas conchas del mar, perlas o minúsculas piezas de coral.
Ya se habían hacercado varios clientes maravillados y había vendido un par de anillos por un buen precio.
El sol se escondía y cada vez había mas gente, de repente le invadió la nostalgia y se sumió en sus pensamientos, pero una voz firme le sacó de ellos.

-Tu eres de Imberlia...¿cierto?.

Maren observó a la mujer que le miraba con una ceja levantada. Era muy hermosa, tenía los rasgos finos y lucía muy bien el vestido que llevaba puesto, pero la expresión de su cara le hizo deducir que tal vez no fuera una chica fácil.

- Así es. Mi nombre es Maren ¿Y a quien tengo el placer de conocer? - dijo luciendo su blanca sonrisa.

Ninive se cruzo de brazos, analizando cada gesto del joven, como si fuera a escanear cada célula de su ser o al menos, eso era lo que decían de la mirada de la militar, unos ojos que perforaban el alma.

-Maren-repitió esta sin mucha emoción-yo soy Ninive-suspiro volviendo a mirar las pequeñas obras de arte-son muy bonitas-confeso intentando esconder algún rastro de emoción o alegría, seguramente la costumbre de parecer impenetrable , inaccesible, sobre todo cuando se encargaba de ponerle las pilas a los nuevos reclutas del ejercito. Se había convertido en una costumbre, una forma de vivir y sin darse cuenta se estaba convirtiendo en un pedazo de roca.

Cogió un anillo de coral, lo alzo para observarlo mejor.

-Yo era de ahí-comento con cierto desprecio-¿Tu de que parte eres pequeño?-pregunto remarcando la ultima palabra, ya que la mujer se había fijado en que seguramente el rubio era unos años menor que ella, aun así, también, se había fijado en que era de estos muchachos que gustaban de divertirse con las mujeres.

-¿De que están hechas Mareen? No logro atinar el material por mucho que piense...después de todo, mi fuerte es la guerra y la magia-esta sonrio friamente.

Maren se sintió un poco incómodo con la reacción de Ninive. Una chica normal le habría devuelto la sonrisa o se hubiera sonrojado, pero aquella mujer simplemente le dio su nombre y se puso a observar sus piezas de orfebrería como si nada. Maren no le quitaba ojo, el misterio y la serieda que desprendía la hermosa dama le hizo entrar en aquel juego, el juego en el que siempre debía ganar, aunque una parte de él se mantenía alerta.

-Yo era de ahí-comento Ninive con desprecio, el cual Maren percibió-¿Tu de que parte eres pequeño?

Maren no contestó inmediatamente, tal vez lo que le hizo pararse a pensar fue el desprecio con el que había hecho referencia a su propio reino, o tal vez el adjetivo con el que le había designado, o incluso el interés que mostró al preguntarle de que ciudad provenía. Tampoco quiso darle mucha importancia al asunto.

La voz de Ninive volvió dirigirse a él:
-¿De que están hechas Mareen? No logro atinar el material por mucho que piense...después de todo, mi fuerte es la guerra y la magia.

"Una maga, y además es una guerrera, debe de ser de un rango elevado, por su forma de ser. Mi padre se comportaba de la misma forma... Fria" pensó Maren "Debo tener cuidado."

- Vivo en Vanya pero nací en Luin. Es una lástima que ya no seas de ahí. - recalcó haciendo referencia al desprecio mostrado anteriormente por Ninive. Sonrió de medio lado- Supongo que como maga que eres ahora vivirás en Myrdhin.

Ninive aún seguía con el anillo alzado y Maren lo tomó de sus manos, rozando a proposito las delicadas manos de Ninive. Entonces Maren señaló las partes del anillo explicando de que estaba hecho:

- El metal del que está hecho el anillo es una aleación entre plata y cobre para que sea más resistente, y luego estos pequeños fragmentos son coral marino que se caracteriza por su bello color celeste, -Maren levantó la mirada para intentar encontrarse con la de Ninive.- al igual que tu cabello.

-No se si es una pena-contesto ella, un poco más interesada en el anillo.¿Le había rozado la mano a posta? Empezaba a entender al chiquillo. A la mujer en el fondo le pareció adorable-Yo nací en Vanya... déjame adivinar ¿tus padres son mercaderes?-alzo una ceja, esperando haber acertado-En efecto, vivo en Tara, sirviendo a nuestras queridas reinas....

En un rápido movimiento Ninive le arrebato el anillo y se lo puso en el dedo anular-Me lo quedo, es bonito y hace juego con mi cabello-ensancho su sonrisa, una sonrisa calculadora, la mujer, ni pregunto cual era su precio, simplemente, tiro un saquito de cuero a la superficie donde esta alargo la mano para mirar mejor como le quedaba en conjunto. Ninive no solía comprarse joyas, pero un capricho es un capricho.

Luego, volvió a echar una mirada al joven ¿No le habían dicho que era peligroso jugar con fuego? Ninive, desde luego, era otra categoría de mujer, a la que, muchachos como él, no podían acceder tan fácilmente, tal vez nunca. Pero se divertiría con este hecho.

-Ya es tarde para estar trabajando-se cruzo de brazos-¿te apetece dar una vuelta?...Tu decides, te esperare en aquel bar de la esquina- Ninive dio media vuelta sin esperar la respuesta del otro.Sabia de sobras que este le seguiria..y si no pues, tampoco perdia nada. Sonrio maliciosamente mientras avanzaba por la avenida. Ciertamente, los puestos que ahí estaban iban poco a poco recogiendo sus cosas y el rubio no tendría nada mejor que hacer, ya que Ninive era la mejor y única opción.

Tal y como dijo se dirigió a una pequeña taberna de luces rojizas e hipnotizantes.La mujer se refugio en un rincón, donde nadie la molestaría, solo podría encontrarla alguien que sabia que buscaba y el elegido esa noche era Maren.

Para cuando este llegase, ella le esperaba bebiendo cafe con whisky helado....

P.D: adasd Maren, con menuda mujer te ha sido a meter xD

Los brillantes y encendidos ojos de Maren siguieron a Ninive mientras esta se alejaba, hasta que la perdió de vista.
"No está nada mal Ninive, juegas a un juego parecido al mio." Maren sonrió para sus adentros.
Sabía que era arriesgado, que la cosa podría acabar mal, pero aquello le estaba divirtiendo. Maren estaba acostumbrado a conseguir lo que quería de las mujeres sin esfuerzo, Ninive era todo un reto para él. Maren se había dado cuenta de que Ninive era como un témpano de hielo, cada gesto que hacía estaba calculado y la ironía o el desprecio siempre adornaba su sonrisa.

"Solo quiero una risa tuya Ninive, una risa natural sin que esconda algún sarcasmo. Una risa sincera." entornó los ojos.

Rápidamente Maren recogió el puesto y guardó su mercancía en una bolsa que se llevó al hombro. El saquito con el dinero que le había dado Ninive lo tenía en la mano. Contó el dinero que había, Ninive había pagado un poco más de lo que costaba aquel anillo (que no era barato). Entonces Maren echó a andar hacia la taberna donde Ninive le esperaba.

Maren entró en la taberna, un olor fuerte a alcohol le invadió, no le gustaba. Echó un vistazo rápido al local. Había varios borrachos en la barra armando jaleo, aunque el resto de mesas del local estaban ocupadas clientes normales y corrientes que tomaban algunas bebidas y comían platos enormes de carne o guiso. A Maren le entró hambre. Al final pudo vislumbrar a la bella Ninive en una mesa sola, sorbiendo alguna bebida. Se acercó con paso tranquilo, sin dejar de mirarla. Entonces cuando llegó a la mesa soltó unas cuantas monedas sobre la mesa:

- He venido a traerte el cambio, creo que se te olvidó. - sonrió, divertido. Su voz sonaba suave y relajada - Aunque ya que estoy aquí aceptaré tu propuesta de dar una vuelta, no creo que sea muy educado por mi parte dejar a una mujer sola tan de noche. - tomó asiento.

"Que gane el mejor." pensó.

[OFF]: Creo que el miedo que no siente Maren lo siento yo XD

La mujer se encontraba algo abstraída tomándose su café. A veces, lo único que deseaba era fusionarse con el ambiente y dejar de existir por un lapso de tiempo, sin que nadie le molestara, sin hacer nada y relajarse de una vez por todas.

El sonido de unas monedas estrellándose sobre la superficie de madera hizo que Ninive volviera a la realidad, sin embargo, no mudo su posición, solo movió sus pupilas, enfocando al rubio que acababa de llegar.

-Era un incentivo-contesto, arrastrando el dinero en dirección a Maren-Me gusta como trabajas y hoy me siento generosa-continuo hablando, impávida.

Dio otro sorbo a su café, ¿Por qué con Whisky? Ni ella lo sabia, tal vez era para entonarse, por una vez que bebiera alcohol, no echaría a perder su estricta dieta. Mientras, escuchaba atentamente al muchacho, sonrió ampliamente, era una sonrisa de tiburón.

-No te confundas, simplemente me aburro y quiero que me entretengas-confeso sin remordimientos-se defenderme sólita, incluso sin magia-dejo el vaso sobre la mesa y se relajo en su asiento, mientras retiraba con prepotencia un mechón suelto de su peinado.

-Pero háblame de ti Maren ¿Por qué te gusta tanto perseguir mujeres?-Sin duda, Ninive había apostado coger al toro por los cuernos, no tenia reparos en decir lo que pensaba y poco le importaba si aquellos resultaba una ofensa-¿No te parece algo monótono? ¿Que pretendes conseguir con esto? De lo que estoy segura es que obtienes placer físico...pero ¿Hay algo más?

P.D: lamento la demora >_<.... y que esta sea tan cabrona xD

Maren no se asustó al oír la pregunta que le formulaba Ninive, no era la primera persona que se lo preguntaba, su madre y sus hermanas ya se lo habían preguntado con anterioridad y su respuesta era: "Busco a la chica adecuada". Pero con Ninive iba a ser distinto, con Ninive iba a ser sincero. Maren sintió que Ninive y él no eran tan distintos.

-¿Que por qué me gusta tanto perseguir mujeres?- Maren le sonrió a Ninive y le miró directamente a los ojos. - Pues resulta que es el mismo motivo que el tuyo de atraerme hacia aquí, o mejor dicho, hacia ti. Diversión. - concluyó Maren. - Simplemente pretendo divertirme, tal y como tu haces.

Lo que dijo Maren era cierto al 100%, pero omitió ciertos sentimientos que nunca había contado a nadie, y no tenía intención de hacerlo.

-Ahora es mi turno de hacer una pregunta descarada. -Maren puso sus dedos sobre su barbilla. Al igual que ella no había tenido reparo preguntar sin importar los sentimientos internos de Maren, él preguntó sin contemplaciones. En su interior rezaba para que no le convirtiera en un sapo- ¿Alguna vez has sonreído por pura felicidad? O también, ¿hace cuanto que no ríes?



[OFF]: Mil perdones por la tardanza D: Mi hermana se puso mala y tuve que cuidar de ella y encima también tenia que estudar. Pasado mañana ya tengo el primer exámen (;.; )

Negó.
-Dudo que sean los mismos motivos muchachito-la mujer se cruzo de brazos y se acomodo en su asiento. Y no dudo en ser desagradable entonando la ultima palabra, porque de momento, así es como lo veía, como un mocoso.

-Claro que si-respondió de sopetón la mujer, tal vez indignándose-he sido niña y me he reído mucho, los niños suelen reír...¿cierto?-no hablo más, no quería perder su porte y su aguante, debía parecer el trozo de hielo que era siempre, despiadado y cruel, más no pudo evitar ciertas cosas cuando Maren le pregunto desde cuando no reía.

Y tal vez nunca volvió a reír sinceramente desde que Viktor se fue.

-Me aburro-sentencio la mujer sin dejar oportunidad de continuar la conversación, se levanto bruscamente de su asiento-Si eres tan amable de invitarme. Gracias- La hechicera articulo una sonrisa seductora y engañosa, para salirse con la suya, incluso le hizo una caricia en la barbilla a Maren antes de salir del local, nuevamente sin dejar oportunidad de replica al joven.

Pero es que, en el fondo, le había afectado recordar a Viktor, odiaba eso, lo odiaba. Asi que aprovecho todo el tiempo que disponia para serenarse y volver a ser la de siempre. Ya cuando el muchacho rubio salia a su encuentro, Ninive se volteo hacia él.

-Demos un paseo por la playa ¿Te parece bien?


Off: siento que sea tan insoportable....

Maren no le dio importancia a la entonación que dio Ninive al referirse a el como "muchachito". En términos de edad era así, Ninive era mayor que él aunque apenas se le notara debido a su juvenil rostro. Pese a que Maren tuvo que madurar rápido debido a su condición familiar y su decepción amorosa, sabía que Ninive debía que tener muchas mas experiencias desagradables. Servir en el ejercito no debe de ser tarea fácil y más si eras mago.

-Claro que si-respondió Ninive-he sido niña y me he reído mucho, los niños suelen reír...¿cierto?

'¿Eso quiere decir que no has sonreído desde que eras una niña?' Maren notó como Ninive midió cada una de las palabras de su respuesta, tal vez Ninive no quería ponerse sentimental o simplemente detestaba hablar de esos temas. Con esto, Maren se dio cuenta de que tal vez el muro de hielo que rodeaba a Ninive no fuera del todo impenetrable.

Pagó la bebida de Ninive acercandose a la barra 'Pensaba pagarte la bebida, no hacía falta que me hicieras carantoñas, soy todo un caballero' suspiró Maren alzando las cejas. Nuevamente el olor a alcohol le revolvió el estómago. 'No se como la gente puede beber eso' pensó Maren asqueado.

Tomó sus cosas y salió por la puerta. Vio como Ninive se daba la vuelta y le miró a los ojos.

-Demos un paseo por la playa ¿Te parece bien? - había preguntado Ninive.

-Si por playa te refieres al río Orbe, no hay problema. Porque el mar queda un poco lejos. -sonrió divertido Maren acercándose a Ninive.


[OFF]: Cuando has dicho lo de la playa no sabía que decir, porque Mag Mell está un poco lejos del mar D: No se si debería haberte consultado antes o algo u.u

Suspiró algo molesta.

-Es lo mismo querido-contesto de mala gana y se puso a caminar-hay agua y arena, ya esta. Playa. Playa de agua dulce. Vamos, antes de que te pierdas-se giro levemente morando al rubio y retomo la marcha.

Simplemente queria refrescarse un poco, el ambiente viciado del bar le habia mareado un poco, ya que tampoco estaba acostumbrada a entrar en antros. Más lo disimulaba muy bien. Esa era la mejor arma de Ninive, el disimulo.

Se detuvo para que Maren estuviera a su altura, una vez que el muchacho se posiciono, lo agarro del brazo y continuo caminando. Tiraba. Si, no estaba muy acostumbrada a caminar cogida del brazo de un caballero y poco le importaba. No le gustaba la idea de ser llevada y prefería llevar el mando. Supuso que al rubio tampoco le daría mucha importancia y que incluso le sumaria puntos a su atractivo.

-¿Por qué me has preguntado eso de la sonrisa?-pregunto esta con cierta indiferencia y algo de desdén-Para ser alguien que se acuesta una sola noche con mujeres, estas metiendo demasiado las narices-articulo una sonrisa bravucona-Pero te entiendo, yo no soy como las demás.....

Al fin llegaron a las inmediaciones del río Orbe. Como era bastante tarde habia mucha tranquilidad, tal vez algun borracho o alguna pareja paseando cerca. La hechicera se acerco a la orilla y se puso de cuclillas, observando su reflejo en las cristalinas aguas. Luego sumergio su mano derecha, tocando la tierra que habia dentro. Hizo un pequeño hechizo, comenzaron a surgir pequeñas burbujas de colores.

-Que tonterias....-susurro para si misma.

Off: Juderrr, menudo despiste el mio!! OTL

Maren no opuso ningún tipo de resistencia cuando Ninive le agarró. Estaba acostumbrado a llevar a las mujeres del brazo, es más, le gustaba sentir la fina piel de estas. La piel de Ninive no era una excepción, era suave y fina. Sentía como Ninive tiraba de él, eso le gustó, le hizo gracia la situación y sonrió en su interior.

Mientras caminaban a ritmo que marcaba Ninive, esta formuló una pregunta que no esperaba Maren:

-¿Por qué me has preguntado eso de la sonrisa? Para ser alguien que se acuesta una sola noche con mujeres, estas metiendo demasiado las narices-dijo Ninive-Pero te entiendo, yo no soy como las demás...

Maren se tomo su tiempo para responder:

-Que tenga cierta adicción al sexo no quiere decir que para mi, las mujeres, seáis un simple juguete del que te aburres tras usarlo. - dijo Maren bastante serio- Simplemente pensé que no siempre habrás sido un témpano de hielo, y que es un lástima que una mujer tan bella como tú no muestre de vez en cuando una sonrisa sincera en su cara. -tomó aire, temiendo que Ninive reaccionara de mala manera.- No es bueno que malas experiencias o el propio trabajo te quiten una de las cosas mas bellas que puedes tener. -Sin darse cuenta estaba hablando basándose en su propia experiencia.

En seguida llegaron al río Orbe y Ninive fue derecha a la orilla donde murmuró algo inaudible para Maren. Este se acercó preocupado: "Tal vez la bebida le haya sentado mal...". Entonces vio como burbujas de colores salían del agua donde Ninive había sumergido la mano.

-No me transformes en sapo, por favor. -dijo burlón.

El viento estaba calmado, pero en el ambiente se palpaba la humedad que desprendía el río. Miró a Ninive que aún seguía de cuclillas frente el río. Maren cogió su chaqueta y la posó sobre los hombros de Ninive.

-No se si tienes algún hechizo que te aísle del frío, pero mientras ponte mi chaqueta. Hace mucha humedad. - dijo Maren con voz dulce.

Maren normalmente no se preocupaba por gente como Ninive. Se sentía raro, tal vez se preocupaba tanto porque Ninive le recordaba a él al principio de todo...

-Cielos, no tenemos tantos poderes para transformar a humanos en animales-torció la boca, porque iba a sonreír pero se retracto en el ultimo momento.

Ninive noto como este colocaba la chaqueta sobre sus hombros. Esta no hizo nada al respecto, en otra ocasión hubiera reaccionado de forma agresiva e incluso hubiera agredido a la persona que le acompañaba, pero esta vez no tenia ni ánimos para despreciar al humano que tenia detrás.

No comprendía porque estaba siendo tan amable, Ninive sabia muy bien que Maren lo estaba haciendo desde el corazón. Con lo que había vivido sabia distinguir las intenciones de los demás, resopló.

-Eres buena persona-respondió esta-no deberías juntarte con gente como yo, terminaras haciéndote daño-hundió su mano en el agua haciendo que las burbujas desaparecieran. Maren no sabia con quien se estaba metiendo, si supiera como era en realidad saldría corriendo despavorido.

Realmente ya no le apetecía seguir con ese juego, frunció el ceño algo molesta y miro al rubio.

-En realidad no tenia intención de acostarme contigo...solo quería divertirme, anda, vete, busca una chica más agradable-se levanto de manera elegante y siempre con la cabeza en alto-No pierdas el tiempo conmigo-se quito la chaqueta y se la entrego al joven. Gruñó porque sabia que tenia que decir "gracias" pero no estaba acostumbrada y no iba a mostrarse débil ante un humano (aunque ella lo era), así que le agarro del mentón y unió sus labios con los del joven, apenas fue un segundo, pero fue intenso para recompensar al rubio.

p.D: asdasdasd más mono Maren *A*

Tras las palabras de Ninive, Maren no esperaba un "gracias" pero tampoco esperó aquel beso. Se quedó fuera de juego, confundido, y odiaba ese tipo de situación donde le pillaban desprevenido; pero pese a ello disfrutó de aquel beso.
Cuando sus labios se separaron no supo que decir, simplemente se quedó mirándola y dijo:

-Seguro que tu no eres tan mala como aparentas y yo tan bueno como dices.

Maren nunca se había encontrado en una situación como esta. Normalmente cuando besaba a la chica esta salía corriendo por vergüenza o simplemente se iban a la cama como la mayoría de las veces. Pero esto era distinto, Ninive se había quedado frente a él sin mas.

-Si te soy sincero, desde que te vi ya supe que llevarte a la cama iba a ser imposible. Creo que tenemos mas en común de lo que aparentamos. - Maren torció el gesto, pero luego mostró esa sonrisa suya- Si quieres irte ya yo no te voy a detener, pero que sepas que si tienes que pasarte por Imberlia o simplemente quieres hacerme un visita, las puertas de mi casa están abiertas para ti.

[OFF]: Peeeeeeeeeerdon por tardar en responder (T.T) Jo y no solo Ninive a pillado desprevenido a Maren, sino a mi también XD

Arqueo una ceja algo seria, le parecían estupideces lo que decía Maren, no obstante le resultaba gracioso y agradable.

-No cariño, no somos parecidos-Le volvió a coger del mentón, pero esta vez no le beso, solo se quedo observándolo, como haría un dios con su creación-las apariencias engañan y tal vez sea cierto que eres un canalla, pero estas a años luz de lo horrible que puedo ser yo-le soltó, con delicadeza-simplemente me has caído bien-suspiro-más me alegra que sepas cual es tu sitio, pero quien sabe, puede que algún día consigas derretirme con palabras edulcoradas y me deje hacer el amor-contesto con una sonrisa ladina y llena de picarda, si Maren tiraba fichas, ella también era capaz.

Se dio la vuelta y miro el cielo, luego alzo la mano y observo el anillo que le había comprado al orfebre-tal vez, algún día me deje caer, mis padres residen ahí, pero no creas que iré detrás de ti querido, hasta entonces, que tengas buena suerte en tu trabajo y conozcas muchas mujeres hermosas...-dicho esto comenzó a andar con paso tranquilo y orgulloso, para desgracia de Maren, esta había articulado una sonrisa sincera, pero este no la podría ver....

OFF: Lo se, es que soy imprevisible pero es que MREN MAREN hsjahjashjashas debia hacerlo!!! y que guapo esta en el nuevo avatar hasjsjashasjas <3

Maren se quedó allí parado, mirando como Ninive se alejaba lentamente. No quiso insistir en que se quedara con él, le había gustado hablar con ella. Esta había sido la cita mas corta que había tenido en su vida, pero una de las que más había disfrutado pese a que no llegara a tener sexo. Nunca había conocido a una mujer como Ninive y seguramente nunca conocería a una igual. Y aunque ella recalcase que era una mujer horrible, Maren no pensaba igual: "Los témpanos de hielo también se derriten..".

Cuando Ninive ya había desaparecido de su vista tomó unos cuantos guijarros del suelo y se los guardó en el bolsillo. Luego dio la espalda al río y se fue directo a la posada donde se hospedaba. Durmió un par de hora y luego se montó en la diligencia que le volvería a llevar a su reino, Imberlia.


[OFF]: Entre que volvía tarde de las prácticas y que últimamente he estado de capa caída no he podido terminar el tema antes (T.T)