Comamos algo. (Bae)

Amaité no entendía nada de lo que sucedía. Intentó recapitular lo que había pasado desde que llegó a saludar a Huban, pero no encontraba ninguna pista de lo sucedido, así que ahora mismo si le veían a los ojos podrían ver perfectamente su confusión y perplejidad. Finalmente optó por simplemente hacer lo que el rey le pedía con una sonrisa un tanto culpable.

-No entiendo nada de lo que está pasando, mi rey, pero vos sois Huban, primero de su nombre, rey del reino de Graent.

No se le escapó la mirada de incredulidad de la joven Baeleth. Pero aquello también carecía de sentido. Después de todo era una guerrera Batab, ¿era posible que no hubiese visto nunca al rey en los entrenamientos? Quizás fuese casualidad, parecía bastante nueva en el puesto.

-¿Qué le habéis hecho creer a esta joven, Huban... mi rey? -casi se olvidó de poner el apelativo de respeto a causa del reproche, pero por suerte lo hizo a tiempo, no podía tomarse tantas confianzas en público, por mucho que se conociesen desde la tierna adolescencia. De por sí reprocharle algo al rey en público era una osadía, sólo esperaba que no se enfadase con ella ni que los demás tomasen su ejemplo, pues había sido todo espontáneo. Por suerte ella nunca alzaba la voz.


Off: Yo por eso lo escribo en word y después lo copio y pego y le pongo los colores :3

Se sorprendió por la reacción de la Kyria, no dijo nada, solo suspiro y se cruzó de brazos. Temía que la chica se enojará por lo ocurrido, por ello pretendía disculparse ya después de que se calmará.

Al ver la aceptación de esta sonrío levemente y la miró, pero aún sereno le habló.- No te voy a obligar entonces.- Sonrío nuevamente y movió el cuello para liberar la tensión.- Te comenté antes que en ningún momento te mentí, solo cambié un par de cosas, espero lo entiendas.- Miró a Amaité.- Perdona esta extraña escena, pasarón unas cuantas circunstancias, pero nada grave.- Se rasco detrás de su cabeza.

La actitud de aquella chica no le parecía correcta. De hecho incluso se sentía un poco molesta, y rara vez se sentía así. No le importaba en lo absoluto que tuviese confianza con el rey, ni que se llevasen bien, ni que fuesen amigos, eso no era.

Pero ni siquiera las mismísimas esposas del rey le tuteaban, ni le hablaban de aquel modo.

Era el rey, y por muy campechano que fuera, debía respetarle, más aún siendo una guerrera batab, pues no solo era su rey entonces, sino también su más alto superior. De por sí era una desfachatez que no lo hubiese reconocido en todo el rato que hubiesen estado juntos.

Cuando el rey le dirigió la palabra, sacudió la cabeza, en parte para negar y en parte para salir de aquellos pensamientos, y volvió a poner su sonrisa entre amable y tristona de siempre.

-No, no se preocupe, rey Huban, yo mejor que nadie sé qué clase de juegos os gustan. Pero no olvidéis con quién estáis jugando, mi rey. Esta chica es uno de vuestros guerreros, y debe entrenarse como tal, no se dedique sólo a jugar con ella, pues entonces estaréis trabando su educación -otra regañina para el rey, pero sabía perfectamente cómo hacerlo para que no lo pareciese, además, con la amabilidad natural de la chamán, nada de lo que dijese podría parecer una reprimenda o un enojo.

El Kyria miraba la prisa con la que se iba la joven guerrera, se sentía un poco mal de a verla engañado de esa manera, tal vez después podría recompensarlo con una buena comida o un regalo, pero bueno por el momento era dejarla ser.

- Ah, claro. No te preocupes, espero luego nos podamos ver de nuevo, así podré enseñarte a cazar.- Sin más le sonrío un poco, sin duda la chica tenía carácter, le gustaban las chicas así, esperaba volver a verla, dirigió su mirada a la chamán, la cual también le daba gusto de verla ahí.- ¿Qué piensas de todo lo ocurrido, Amaité?

¿Que qué pensaba? Bueno, pensaba muchas cosas, y pocas de ellas eran buenas. Pero no tenía derecho a dar opiniones tan radicales. Como siempre, intentó usar las mejores palabras que podía para decir lo que pensaba.

-Pienso, mi Rey, que es usted un tanto mayor para seguir con estos juegos... Al igual que pienso que esa muchacha todavía es... Digamos que es un brote muy verde como para ser una guerrera Batab, si ni siquiera reconoce a la persona a la que debe proteger más fervientemente que a ninguna otra.

Para ser sincera, a Amaité le había molestado la ignorancia de la chica, y la desfachatez con la que había regañado al Rey Huban... ¡Incluso se atrevía a tutearlo después de saber su auténtica identidad! Si dependiese de ella, aconsejaría al rey que retirase a la chica del ejército de Graent, por su osadía, su ignorancia y su insolencia. Pero no dependía de ella, y ni siquiera podía sugerir tales cosas.